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El Retorno a la Vida : Unos poemas malos de amor, tres fabulas aceptables y tres cuentos excelentes

By Valentino, Valentino

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Book Id: WPLBN0100000165
Format Type: PDF eBook:
File Size: 4.98 MB
Reproduction Date: 10/10/2010

Title: El Retorno a la Vida : Unos poemas malos de amor, tres fabulas aceptables y tres cuentos excelentes  
Author: Valentino, Valentino
Volume:
Language: Spanish
Subject: Fiction, Drama and Literature, Grafía española moderna
Collections: Authors Community, Literature
Historic
Publication Date:
2010
Publisher: Self-published
Member Page: Valentino -

Citation

APA MLA Chicago

Valentino, B. (2010). El Retorno a la Vida : Unos poemas malos de amor, tres fabulas aceptables y tres cuentos excelentes. Retrieved from http://gutenberg.cc/


Description
En «no entiende ce´l joven», la contracción «ce´l» se origina de«ce el» (ce, conjunción completiva; el, artículo determinante). Y en «la´descubierto» esta procede de «la ha descubierto» (la, artículo determinante; ha, verbo auxiliar del verbo principal conjugado en participio descubrir = ha descubierto ), que escrito en grafía moderna sería «la´descubierto». Entonces lo que vemos aquí es la contracción del verbo auxiliar «a» (ha) en la figura del apóstrofo ´ superpuesto atrás del verbo en participio "descubierto". Es aconsejable que las conjunciones, preposiciones, pronombres, verbos auxiliares, o cualquier otro elemento gramatical que no sea un verbo primario o principal pero susceptible a la contracción, ante la presencia de un artículo, mantengan su grafía –o categoría gramatical– intacta. Por ejemplo: –Ce el (Ce, conjunción ,el, artículo) = Ce´l; -Sobre el = sobre´l. Normalmente los artículos son los que sufren la pérdida de su vocales, aunque este principio no es obligatorio. Por ejemplo en la frase, «Ant´estas palabras», se evidencia la perdida de vocales en la preposición “Ante” y no en el artículo determinante “estas”. ¿Por qué? Es vergonzoso decirlo, pero en algo tiene que ver la estética. El determinante “estas” suele asemejarse gráficamente al verbo primario “estar”, y como se verá adelante existe un principio, mejor dicho, una sugerencia en relación con los verbos. Ante los verbos primarios se aconseja contraer hacia atrás del verbo mismo , e.j: –Cé es el amor = C´es el amor (Cé, pronombre interrogativo; es, conjugación del verbo ser); –El ombre ce escribe = El ombre c´escribe (ce,conjunción completiva; escribe, del verbo conjugado "escribir"); –e estudiado muxo (he estudiado mucho; he, verbo auxiliar de estudiar; mucho , adjetivo) =´estudiado muxo (aquí contraemos el verbo auxiliar «e» –he– en aparición del apóstrofo «´» detrás del verbo conjugado "estudiado"). ¿Por qué debe ser así? ¿Por qué todo puede ser susceptible a contracción excepto el verbo primario? Porque el verbo es la pala-bra por excelencia, ya que con él se puede expresar una idea completa. Por otro lado, la contracción o apóstrofo es un recurso lingüístico muy utilizado en casi todas las lenguas modernas del mundo y no veo por qué no debería ser empleado por la nuestra. Esto lo explico para que me entiendan cuando me lean, no para que la adopten ustedes – créanme, les causaría un enorme problema, en todos los aspectos–, es decir, es sólo para locos y valientes, je, je.Como ven, no hay nada de complicado en mi adopción a la«grafía moderna» de mis escritos. Incluso, con la práctica, aparecerán nuevos enigmas, interesantes para su análisis, mas yo los dejaré a los especialistas, je, je, es decir, para mí mismo, ja, ja –por qué a quién más puede interesarle sino a mí?–. Por ahora, seré mi conejillo de indias.¿Qué me justifica? Veamos lo que Dios, la Vida y algunos sabios me ha enseñado: para apoyarme citaré al padre de la lingüística, Ferdinand de Saussure. Escuchémoslo: «La lengua, pues, tiene una tradición oral independiente de la escri tura, y fijada de muy distinta manera; pero el prestigio de la forma escrita nos estorba el verla. Los primeros lingüistas se equivocaron en esto, como antes se habían equivocado los humanistas. Ni el mismo Bopp hace distinción clara entre la letra y el sonido; al leerle, se creería que una len- gua es inseparable de su alfabeto. Sus sucesores inmediatos cayeron en la misma trampa; la grafía th de la fricativa þ hizo creer a Grimm no sólo que ese sonido era doble, sino incluso que era una oclusiva aspirada; de ahí el lugar que le asigna en su ley de la mutación consonántica o Lautverschiebung. Todavía hoy hombres ilustrados confunden la lengua con su ortografía. ¿No decía Gaston Deschamps que Berthelot había preservado al francés de la ruina porque se había opuesto a la reforma ortográfica?» Las causas de desacuerdo entre la grafía y la pronunciación son muchas; vamos a detenernos sólo en las más importantes. Primero, la lengua evoluciona sin cesar, mientras que la escritura tiende a quedar inmutable. De aquí que la grafía acabe por no corresponder ya a lo que debe representar. Una notación consecuente en una época dada será absurda un siglo después. Durante cierto tiempo se modifica el signo gráfico para conformarlo a los cambios de pronunciación, pero luego se renuncia a seguir. Es lo que ha sucedido con el francés «oi»: Época Se pronunciaba: Se escribía:En el siglo XI rei, lei rei, lei" " " XIII roi, loi roi, loi" " " XIV roè, loè roi, loi" " " XIX rwa, lwa roi, loi». Así pues, hasta la segunda época se tuvieron en cuenta los cambios ocurridos en la pronunciación; a una etapa de la historia de la lengua corresponde una etapa en la historia de la grafía. Pero a partir del siglo XIV la escritura quedó estacionaria, mientras que la lengua seguía su evolución, y desde ese momento ha habido un desacuerdo cada vez más grave entre ambas. Por último, como se continuaba juntando términos discordantes, este hecho ha tenido su repercusión en el sistema mismo de la escritura: la expresión gráfica «oi» ha tomado un valor extraño a los elementos de que se compone. Se podrían multiplicar los ejem- plos indefinidamente. Así, ¿por qué se escribe mais y fait lo que los franceses pronuncian mè y fè? ¿Por qué la c ante e, i, tiene en francés el valor de s? Es porque se han conservado grafías que ya no tienen razón de ser. Esta causa actúa en todos los tiempos: actualmente la antigua l pa- latal francesa [ll castellana] se ha cambiado en yod ; los franceses pronuncian éveyer, mouyer, como essuyer, nettoyer, pero continúan escribiendo éveiller, mouiller.» Otra causa de desacuerdo entre la grafía y la pronunciación:cuando un pueblo toma de otro su alfabeto, suele suceder que los recursos de ese sistema gráfico no se adaptan bien a la nueva función; enton- ces hay que recurrir a expedientes: por ejemplo, hay que servirse de dos letras para designar un solo sonido. Es el caso para laþ (fricativa dental sorda [z castellana actual]) de las lenguas germánicas: como el alfabeto latino no ofrecía ningún signo para representarla, se la representó con th. El rey merovingio Chilperico intentó añadir a las letras latinas un signo especial para este sonido; pero no tuvo éxito y el uso consagró th. El inglés medieval tenía una e cerrada (por ejemplo en sed 'simiente') y una e abierta (por ejemplo en led 'conducir'); pero como el alfabeto no ofrecía signos distintos para estos dos sonidos se recurrió a escribir seed y lead. En francés, para representar la chicheante s se recurrió al signo doble ch, etc. Y todavía queda la preocupación etimológica, que ha sido preponderante en ciertas épocas, por ejemplo durante el Renacimiento. Con frecuencia suele ser una etimología falsa la que impone una grafía;así, se ha introducido una d en el francés poids como si viniera del latín pondus cuando la verdad es que viene de pensum. Pero poco importa que la aplicación del principio sea correcta o no: es el principio mismo de la escritura etimologista lo que es erróneo.» Gracias, mi querido Saussure. Pero me gustás más cuando decís que: «Lengua y escritura son dos sistemas de signos distintos; la única razón de ser del segundo es la de representar al primero; el objeto lingüístico no queda definido por la combinación de la palabra escrita y la palabra hablada; esta última es la que constituye por sí sola el objeto de la lingüística. Pero la palabra escrita se mezcla tan íntimamente a la palabra hablada de que es imagen, que acaba por usurparle el papel principal; y se llega a dar a la representación del signo vocal tanta importancia como a este signo mismo.» Es como si se creyera que, para conocer a alguien, es mejor mirar su fotografía que su cara.» Y lo que realmente me justifica es el hecho de que soy usuario,pero, más que nada y siendo sincero (no es que me crea un gigoló), es porque yo quiero hablar con la señorita lengua misma –he escuchado que es muy bonita– y no con su fotografía, je, je, je… Saquen ustedes conclusiones de si no tengo derecho, ¿eh? y, cuando se acostumbren a verla de cara, no darán vuelta atrás en su enamoramiento.Saludos, mis estimados lectores, disfruten de la obrita, corta por este momento (más adelante les daré una que en realidad valga la pena; de verdad, los poemas son malos, y les sugiero que los pasen por alto –los he dejado allí porque, primero, es una broma mía, y segundo,quería ver cómo se comportaba la grafía moderna en ellos–; por cierto,no soy poeta, je, je; sin embargo, los cuentos poseen un estándar alto de calidad; por ahora disfrutemos del experimento, histórico –al menos para mis circunstancias–, si lo quieren ver así); los dejo con esta frasepor demás célebre que una vez cantó el genio de Stratford–on–Avon,Shakespeare:«We know what we are, cut know not what we may be». El Autor

Summary
El siguiente escrito tiene como único objeto el divertimiento de lossentidos, como lo anuncia el título mismo –además es como si fuera unsuspiro de mi segunda juventud, je, je–. No pretendo con él, por tanto,adentrarme en ningún tipo de poesía ni narrativa existencial, social, nide cualquier otro «al». Son simplemente palabras nacidas de mi espíritualegre y a las cuales no quise darles ninguna forma ni encasillarlas enalguna corriente literaria; tampoco considero que lleven el sello del in-genio. Es narrativa libre, del alma, por la satisfacción misma de escri-bir.Sin embargo, me he permitido una pequeña travesura –qué cons-te, para mí uso personal como escritor–, y es la de escribir los textoscon un tipo de grafía que, a mi escaso entender, calza mejor con la for-ma hablada de nuestra lengua. Así, he querido darle el debido valor ycategoría gramatical a ciertas «letras» –signos fonéticos consonánticos–,de nuestro alfabeto. Es un juego y una locura mía –aunque no es unaobservación nada nueva–, lo sé, pero ciertamente lógicas con las cir-cunstancias por las que atraviesa actualmente el Español.Así, por ejemplo, cuando lean este verso: Voi ´ablarte con mi poesía,ce será simple,senzilla,no me apoyaré en formas,ni en métricas ni simbolojías,tampoco cuidaré del ritmo,ni de sus fantásticas cacofonías. No se asusten, je, je… O cuando lean este otro: «¿Sabés lo c´es el amor?»,le pregunta.Ella retrozede,se asusta,en disyunta bajo´l puente.«¿Cé tenés?»,exclama como si estuviera doliente. De nuevo, no reculen, je, je. Lo que en verdad ocurre es que heempleado una escala de valores consonánticos que, a mis ojos y racio-cinio, es más «exacta» y más «cómoda» para la escritura. Aquí está laescala de valores ya reformada: –La letra «C» mantiene su valor fonético «duro» en todo tiempo,como en «ca, co, cu»; por ello «ce» se lee «ke» o «que». Ejemplo, en la ora-ción interrogativa: ¿Por qué me sigues? En «grafía moderna» se escribe: ¿Por cé me siges? Así, todas aquellas palabras que utilizan el sonido «débil» de la «C» –como en la palabra «Decir»– utilizaran de nueva cuenta la letra «Z»,que, en España, es el valor fonético que realmente le asignan los hablantes. Ejemplo. Dicen que cancelarán el recital. En grafía moderna sería: Dizen ce canzelarán el rezital. –La doble letra «Ch» se elimina y en cambio se emplea la letra «X».Ejemplo: Hay muchas muchachas en la choza. Se escribe: Ai muxas muxaxas en la xoza. –La letra «G» mantiene su valor fonético «duro» en todo tiempo,como en «ga, go»; por ello «ge» se lee «gue». Ejemplo, en la oración: Los gatos que giran están en guerra. Se escribe: Los gatos ce jiran están en gerra. –E igual que con la letra «C», todas aquellas palabras que utilizanel sonido «débil» de la «G» –como en la palabra «Gira»– utilizaran de nue-va cuenta la letra «J», que, en España y el mundo hispano, es el valorfonético que realmente le asignan los hablantes. Ejemplo. Gerónimo es el padre de los gemelos gigantes. Se escribe: Jerónimo es´l padre de los jemelos jigantes. –La arcaica letra «H» se elimina en todos los casos y tiempos.Realmente hace pasar muchos bochornos a los usuarios de la lengua.

Excerpt
Ayer fue´l día de la boda, ella sonríe, su sonrisa es opaca, i bien la finje. Se irá de luna de miela las Arubas, mui lejos del puente, en tanto ce´l joven de cabellos negros i largos, a conquistado un nuevo amor, a la ce besandol´aze esta pregunta: «¿Me amás vos a mí?», la otra le contesta ce «sí». L´abraza,posa la partida barbilla en su ombro, i en el bolsillo de su pantalón, para su asombro, vibra´l teléfono, lo abre despazio, cauteloso, arruga los ojos, le a caído un mensaje de texto, de larga distanzia, número para él nocivo, uno aze tiempo olvidado i aora mui insolente, con dibujitos, ce dize: «Vos i yo,a perpetuidad, seremos los amantes bajo´l puente». TRES FABULAS ACEPTABLES EL MILAGRO DE LA MULTIPLICAZIÓN DELOS PANES, EN EL REINO ANIMAL Reunidos los animales en la selva, luego d’una devastadora defla-grazión, corrió entre ellos, ardiendo como la yesca seca, el sigiente ru-mor: –Es el milagro de la multiplicazión de los alimentos –siseó la boa–.Lo escuxé dezir al mono cuando éste estaba rindiendo cuentas a los delClub de los Animales de la Copa Alta. –Ummm… –Era el búo c´escuxaba ezéptico. –A mí me pareze c´esla típica paradoja existenzial de la Naturaleza. –¡No! –lo contradijo el sapo, furioso, desde’l estance–. Nada de pa-radojas ni de razonamientos retorzidos. ¡Es un milagro!Se vieron cada uno a los ojos. ¡Claro c´abía sido así!, si no, ¿cómoera posible ce la vejetazión resurjiera de sus zenizas con tanto brío ipremura? –¿Milagro? –refunfuñó con duro sarcasmo un’abejita c´apenaspodía volar por el peso del polen aderido a sus patas–. ¡Milagro mis ue-vos! –¡I mis mandíbulas! –gritó un´ormigita ce se enfilaba azia´l estan-ce; sudaba la pobre por el exesivo volumen d’una semilla ce cargabasobre la espalda–. ¡Ba!I sigieron ambas su derrotero, una dando pasos lentos i penosos,i la otra zigzageando en el aire. Ant’estas palabras, los demás animalesvolvieron a verse las caras, ya arrugadas por el descontento. –¡E allí las palabras d’un par de resentidas! –croacó el sapo,mofándose i a risotadas–. ¡Dedícense a trabajar mejor –las recriminó– ino ’ablar sandezes, criaturas eréticas! –acabó indignado.Fue una sentenzia demoledora, como subida del mismísimo aver-no, i con la ce, por vez primera, todos los concurrentes estuvieron com-pletamente de acuerdo. No existen peores ziegos ce los ce no cieren ver

Table of Contents
ÍNDICE ––– NOTA…………………………………………………………..Página 41. TRES POEMAS MALOS DE AMOR………………….Página10Vos así lo cisisteCuando te conozíLos amantes bajo´l puente2. TRES FÁBULAS ACEPTABLES…………………..…Página 22La multiplicazión de los panes, en el reino animalLa fábula del macaco i l´ardillaRealiti Xou3. TRES CUENTOS EXCELENTES…………………...Página 26L´istoria de MotecuzomaMoscas el SicarioLa bestia del Baical1. UN MANIFIESTO DISPARATADO………………….Página 46

 
 



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